martes, 9 de julio de 2013



Buena Motivación


Si bien es cierto, la motivación es la fuerza que hace que una persona se esfuerce para lograr con éxito una determinada tarea o una meta, debe de ser algo personal; nos motivamos para alcanzar un logro que es importante para nosotros. Ya sea que nazca de nuestro interior o impulsada por algo o alguien, nuestra meta debería ser para crecimiento personal, lograrla, por satisfacción propia. 

Motivar está bien, pero hay algo que se debe de estar haciendo mal al aplicarlo si lo hacemos pensando que toda acción debe ser recompensada. Desde hace mucho ha sido común motivar a la gente ofreciendo recompensas, pero este sistema está dañando de cierta forma la sociedad, ya de por si materialista.  Esto genera efectos negativos, por ejemplo los padres que premian a un niño por trabajar en clase, a este niño no se le está enseñando que se debe trabajar  para aprender, y que aprender también es divertido, sino para obtener la recompensa ofrecida. En el plano pedagógico motivación significa dar motivos, estimular la voluntad de aprender y esto no se está logrando. Ahora los niños no solo piden, exigen premios por labores que son su obligación.

Porque debo recibir siempre algo a cambio? Porque siempre esa actitud de ganar algo? Es que acaso ya nadie sabe actuar por amor? Tener desinterés y ganas de ayudar, hacer algo con pasión solo para ser mejores personas ya no es suficiente. 

Este efecto negativo de las recompensas se ha comprobado en varios estudios y es la disminución de la motivación intrínseca, que es la que nos lleva a completar un trabajo por el simple disfrute de hacer lo que nos gusta. Es en este punto donde vemos muchas personas en puestos de trabajo que no les gusta, pero están allí por los beneficios y bonos que les ofrecen. Conozco una empresa que da un bono mensual a los empleados solo por ser puntuales. No es esa nuestra responsabilidad como trabajadores si queremos ser eficientes? 

Debemos centrar más nuestra atención en la experiencia de aprender que en las recompensa externa. Enseñemos y motivemos a nuestros niños a trabajar por las razones correctas. Si queremos ser los mejores en lo que hacemos que sea porque nos gusta destacar y ser eficientes, porque al final, no existe mejor recompensa que la satisfacción propia.

Referencia bibliográfica
Myron H. Dembo. Applying educational psychology. (5ta Ed.) Logman. New York.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario