domingo, 28 de julio de 2013




¿Cómo los estados de la mente mejoran la comunicación?

En la búsqueda de como entender la forma de interactuar con los demás leí sobre una teoría interesante llamada el estado del Yo, este es un conjunto de formas de pensar, sentir, actuar y hablar lo cual define nuestra personalidad y establece que todos nosotros tenemos tres "estados de la mente" que utilizamos en nuestras interacciones diarias con los demás: el yo padre, el yo niño, y el yo adulto (Berne, E). 

Estas no tienen nada que ver con la edad o si realmente somos padres, surgen de la influencia de las experiencias pasadas, se reproducen en nuestras mentes y expresamos en nuestras acciones y reacciones actuales.

Todo el mundo tiene la capacidad de ser influenciado por cualquiera de los tres estados en un momento dado, a veces tendemos a utilizar uno de ellos más pero la comunicación y relaciones en el trabajo mejoran si sabemos cual estado es más apropiado en las diversas situaciones. Aunque se recomienda usar más el yo adulto porque comunica respeto por otros y se evitan conflictos.

El padre, son aquellos mandatos de lo que se debería hacer, que fueron impuestos o grabados, por padres, maestros y el medio cultural, donde uno nació y se educó. El principio del deber.

El adulto, es aquella parte de la mente que reacciona en forma racional y decide en base a las comprobaciones de la realidad y a lo que le conviene, es lógico. El principio de la realidad de lo que conviene hacer.

El niño, son los gustos que no tienen mucha lógica, lo que a uno le gusta hacer en forma natural, el que se divierte, la parte emocional. El principio del placer.

De manera que para mejorar o mantener un ambiente bueno en el trabajo, debemos saber que estilo de comunicación vamos a usar y como esta va a impactar a los demás. Por ejemplo, y para ilustrar cada estado pensemos lo siguiente: 

Un compañero se acerca utilizando el modo padre con la siguiente frase y en tono de crítica: “Usted nunca consigue terminar las llamadas para el final del día”. Si contestamos en modo del yo niño sería: “Bueno nadie me ayuda a realizar las llamadas nunca, además, porque siempre las tengo que hacer yo?” Mientras que si usamos el yo adulto responderíamos: “ ha sido una tarde ocupada, porque no nos tomamos unos minutos mañana para idear un plan en el que podamos atender a los clientes y terminar las llamadas?

En ese ejemplo vemos como el estado de la mente adulto funcionó mejor para evitar un posible conflicto. Esto no implica que los otros yo sean necesariamente negativos, cada uno puede ser apropiado en diferentes circunstancias, pero los conflictos surgen cuando escogemos el estado equivocado en determinada situación.

En conclusión, una buena personalidad aplica el estado del yo conveniente a las circunstancias. Para lograrlo es importante preguntarse ¿qué? estado del yo usar, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, y ¿con quién? usarlo.



Referencias

Preece, D (2012).State of Mind: Improving Interpersonal Relations in Your Office. Recuperado de http://www.ophthalmicprofessional.com/articleviewer.aspx?articleID=107492

Ocaña M. (2011) Análisis transaccional: Los tres estados del Yo. Recuperado de http://www.actualpsico.com/analisis-transaccional-los-tres-estados-del-yo/


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