Buena
Motivación
Si
bien es cierto, la motivación es la fuerza que hace que una persona se esfuerce
para lograr con éxito una determinada tarea o una meta, debe de ser algo
personal; nos motivamos para alcanzar un logro que es importante para nosotros.
Ya sea que nazca de nuestro interior o impulsada por algo o alguien, nuestra
meta debería ser para crecimiento personal, lograrla, por satisfacción propia.
Motivar
está bien, pero hay algo que se debe de estar haciendo mal al aplicarlo si lo
hacemos pensando que toda acción debe ser recompensada. Desde hace mucho ha
sido común motivar a la gente ofreciendo recompensas, pero este sistema está
dañando de cierta forma la sociedad, ya de por si materialista. Esto genera efectos negativos, por ejemplo los
padres que premian a un niño por trabajar en clase, a este niño no se le está enseñando
que se debe trabajar para aprender, y
que aprender también es divertido, sino para obtener la recompensa ofrecida. En
el plano pedagógico motivación significa dar motivos, estimular la voluntad de
aprender y esto no se está logrando. Ahora los niños no solo piden, exigen premios
por labores que son su obligación.
Porque debo recibir siempre algo a cambio? Porque
siempre esa actitud de ganar algo? Es que acaso ya nadie sabe actuar por amor? Tener
desinterés y ganas de ayudar, hacer algo con pasión solo para ser mejores
personas ya no es suficiente.
Este efecto negativo de las recompensas se ha comprobado
en varios estudios y es la disminución de la motivación intrínseca, que es la
que nos lleva a completar un trabajo por el simple disfrute de hacer lo que nos gusta.
Es en este punto donde vemos muchas personas en puestos de trabajo que no les
gusta, pero están allí por los beneficios y bonos que les ofrecen. Conozco una
empresa que da un bono mensual a los empleados solo por ser puntuales. No es
esa nuestra responsabilidad como trabajadores si queremos ser eficientes?
Debemos centrar más nuestra atención en la
experiencia de aprender que en las recompensa externa. Enseñemos y motivemos a
nuestros niños a trabajar por las razones correctas. Si queremos ser los
mejores en lo que hacemos que sea porque nos gusta destacar y ser eficientes,
porque al final, no existe mejor recompensa que la satisfacción propia.
Referencia bibliográfica
Myron H. Dembo. Applying
educational psychology. (5ta Ed.) Logman. New York.
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